Duermo un poco

Estamos en la vida
como un reloj de plástico
que te marca de vez en cuando el tiempo
pero de tiempo no sabe absolutamente nada
tampoco del daño que me producen las horas que pasan llenas de todo
de todo lo vano, de todo lo irrelevante
lo terriblemente prescindible
no hay mas nada para decir, no hay mas nada para mostrar,
no hay definitivamente mas nada por demostrar.
Todo se comprende en este instante que desaparece en el instante siguiente
cuando nos volvemos un espacio sin sombras, un tiempo sin agujas,
una casa sin alguien que cocine,
no existe ese aroma a hogar
sino la de un ser que enflaquece hasta el alma.
El gran error de creer que uno escribe
siendo un ejercicio, como si pudiese decir algo que a todos importen
con las marchas, con el hambre histórico, porque esto no es nuevo
con las villas acinadas de vidas que se pierden
aunque nos quieran hacer creer que no hay vida alli
con la consciencia de ser un inconsciente
con los desaparecidos que en mi mente aparecen todo el tiempo
con un etcétera que no se puede reducir a un "e", "t", "c", "punto".
una historia de la que no me puedo escapar,
una realidad de la que no quiero salir ileso
que el viento cuando pega fuerte y de frente,
e intempestivamente el alma recobra el sentido
la suciedad es mas clara
y el ego se transforma en algo mas temible.
Uno deja de pensar en las flores cuando nacen
en el sol cuando sale
en el arbol que te espera para el descanso
en las aves que vuelan
y todo se vuelve terriblemente gris
en cualquier lugar,
y el cono de silencio es una decision política
puntos de vista que nos engañan y nos ocultan al nosotros
de nosotros mismos,
y todo pareciera estar perdido
y cuando parece que me caigo irremediablemente...
su voz, su mano, su corazon, su todo
me interpela entero.
Y vuelvo a despertar y vuelvo a dormir
sin tranquilidad, sin estar relajado,
inconforme, interminable, insostenible,
pero duermo un poco más una vez mas.