Los lobos comerán de mi carne
y ya nunca más podrán vivir en paz,
la agresión con que viviré en sus entrañas
y la desesperación de no poder andar,
los destrozará.
Todos alguna vez matamos,
y nos sentimos muertos,
respirando o no,
con un pie adelante
miraré.
Que me importa si he de sufrir esta noche
si ya tengo algo que vale la pena,
tengo un amor clavado en la mirada.
martes, 6 de julio de 2010
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