lunes, 8 de marzo de 2010

Domingo cualquiera del mes cualquiera

Atómico y desperezado, en la vidriera de un local comercial miro y pienso cuál mueble combinaría mejor con mi cara de boludo melancólico. ¿El tapiz amarronado y áspero de un sofá, con su torpe inmensidad o un juego de café con su vulnerable apariencia? El reflejo de un espejo desde adentro me devuelve la cara de boludo mientras por fuera pasa un auto en cuyo interior se escucha reguetón (o como carájo se escriba). Pienso: ¿Será tarde para pedir que alguien mire por la ventana y le dé lo mismo el mundo material? Me contesto: No es tarde. Sucede que no hay ventanas para mirar de ese modo. Me replico: Debe haber. Ojalá.
En mi casa todo sigue igual, en la misma forma (terrible condición de vivir sólo). Miro la hora, mañana es lunes y el circo de esta vida comienza temprano. Programo el despertador para que él programe mis días. Duermo.¡Riiiinnnggg! Despierto

2 comentarios:

Poetas Intenteros dijo...

muy bueno man! mejor de lo que me contaste pedazo de trolo!

abrazo man

Álvaro

Macha dijo...

La ciudad con su reloj desordena encuentros prometidos salvandonos con la tecnologia que nos conecta para mirarnos con el monitor y organizando al ser urbano para no verse nunca mas.

El sueño revolucionario revoluciona organicamente a cualquier humano.
Ah...ahora entenderas que contestar cuando te pregunten, profesion?: "vivir solo" casi automatico vas a contestar... Es arte