domingo, 19 de julio de 2009

Mujer con sabor a ausencias

Y es que siempre quisimos ser los anfitriones perfectos
Y nos ocultábamos nuestras pasiones por recado
Y nos volvíamos al paseo ordinario del recuerdo
Y es que siempre quisimos que nuestras nadas converjan
Nos volvimos pasados de moda, obsoletos y fantasmas
Nos desnudamos por calor y nos abrigamos por frío
Y nos convertimos en masas oblicuas, en literatura barata.
Al pasado ya lo conozco porque yo lo parí.
Al presente lo siento a veces cuando me caigo de la cama.

Y es que siempre olvide decir
Y es que siempre olvide hacer

No te enojes hay veces que me olvido de respirar también
A veces, cuando te dejabas ver, me guardaba los más sinceros silencios
Para otras soledades, para otras tardes, para otros poemas.

2 comentarios:

Gladys dijo...

convoque las palabras y llegaron todas juntas pero salieron por otro lado, húmedas, desnudadas,solo salieron... en cuales caminos no recorridos encontraran el vuelo...esta masa informe y húmeda de palabras se niega a salir por dónde debe...te quiero mucho

Alejandro Arriaga dijo...

llego el tiempo de los aciertos.
esta reflejado en los ojos.
en sus ojos, a pesar de todo, a partir de ayer, ellos saben que pueden hacerle el amor a las mujeres que se les antoje.
conocen sus miserias, saben finjir lo suficiente, como para aparentar que nada les pasa.