domingo, 30 de agosto de 2009

Dolor Humano

Con el pecho deforme
un ojo rojo y el otro hinchado
avanzo con la pesadez de la bronca hacia mi
lento pero seguro de haber caído
no tomo precauciones y me avalanzo
pelea callejera con rima y metáfora
puños acolchados y colorinches
manchados de vino humano
arremeto contra tu jeta igual a la mía
pecho desnudo y deforme
costilla fisurada y otra ausente
transpiro frutos secos y podridos
porque no llevo y no soy uniforme blanco
cinto negro de oriente sospechoso
aquí estoy cayendo
con una sonrisa
que sabe a dolor humano

domingo, 16 de agosto de 2009

Viaje a lo impronto

La ruta imprime imágenes en el cerco de mis ojos.
Los campos hechos fuego, la sequía y la desverdad.
Tienen que desviarse nos dicen, el fuego ha alcanzado el cemento
Imagino un Nerón hijo de puta que ha salpicado su enojo en la tierra

En el viaje todo se entrevera. Los mates vienen vacíos cuando van llenos
Las músicas resuenan de fondo como en una película sordomuda
Los pueblitos se asoman como pidiendo permiso allá a lo lejos.

El incendio ha tomado la ruta, los campos. Los campos no sojeros
Y eso duele.
Pero el desvío no es ciego.
80 kilómetros de caminos de tierra, de serruchos en el piso que te hacen temblar la pera.
El sentido de la percepción se desvincula de la actitud ciudadana
Perros, caballos, tierra, ovejas se mezclan con la figura no errática del automóvil. Y eso duele.

Un cana, como de adorno en medio de la gente que hace volar barriletes, nos dice sigan derecho 26 kilómetros hasta que se comuniquen con la ruta 9. Y entonces pienso en lo irónico de la situación. Por una vez que el fuego nos intercepta, nos moja la oreja, nos saca de nuestra inmunda cotidianidad, nos despoja de costumbres, nos da para que tengamos y una voluntad de seguir el orden complejo de lo convencional nos grita en el oído. “No violen las reglas de lo impuesto por lo nacional ciudadano”

Siento asco. Pero pronto vuelve la calma cuando estamos llegando a un peaje que nos pide dos pesos con cincuenta que creo que sirve para proteger al conductor de los peligros que acechan en la ruta.

viernes, 7 de agosto de 2009

Cuantos cuantos

No voy a pedir que me mires
tampoco que me llames
estoy fuera de tu control
y desataré tu agresividad

el pasado es tan largo
cuantas vidas cuantas muertes
cuantos llantos cuantas sonrisas
cuantos olvidos cuantos recuerdos
cuantos cuantos podemos enumerar
y ver como la sangre sigue manchando

sentir que hoy sos imprescindible
es lo que yo necesito
saber que algun dia es posible
aturidirte con la ira

tantas cosas y aún esperamos
podría vivir con mucho menos en vos
pero para mí es mucho pedir
y seguiré insistiendo contra el viento

voy a estar tirando piedras
al río de la verdad
para un dique así armar
y veas lo podrido de la ciudad

sábado, 1 de agosto de 2009

Ausencia de soledad

Un té negro
algo de miel
la mentirosa aspirina
y un mundo silencioso que haga ruido
que estemos entre nosotros
las lagunas para mí
pescar pensamientos donde compartes tu vida
la tensión de las cuerdas cuando me gritas
que no se corten
y entonen mi nombre
y en la espera no te mueras sin oír
todo aquello que no te sé decir
pero que sólo ansío contigo vivir.

Sentimental y cursi en la madrugada
no es recomendable sin el fuelle
y el puerto indicando algun regreso
olvidar que se sabe
convivir con ello de esa manera
y lograr encender los destellos
en donde no es ausencia
que es en donde la caprichosa fiesta
está entre nosotros